Compórtese cívicamente

JORGE GUTIÉRREZ.-   Fue un sábado de níscalos. En lo más vacío de la España vaciada, allá por los montes de Soria. De repente, el cartel con esas dos palabras rotundas, profundas, elegantes.

Acostumbrado al lenguaje actual, más dado a la abreviatura, a la palabra vulgar, reconozco que esas dos palabras, con un estilo más propio al de medidos del siglo pasado, me impactaron y alegraron. Algo así como un puñetazo en la mesa. Una especie de “sí, señor”.

Vuelvo a lo importante. El contenido del citado cartel, en medio de la nada, me recordó la responsabilidad de comportarnos cívicamente cuando uno está solo, cuando nadie te ve. Porque el civismo, la buena educación, empieza y acaba, al final, en uno mismo.

Ah, y para los curiosos: la cesta de níscalos, muy bien, gracias.

Viajando entre páginas

JUAN MANUEL VIEITES.-   El fomento de la lectura desde la infancia no solo mejora la capacidad cognitiva, sino que aumenta la empatía y estimula la creatividad. Decía René Descartes: «Leer un libro enseña más que hablar con su autor, porque el autor, en el libro, solo ha puesto sus mejores pensamientos”.

La lectura abre la mente, aunque según Álvaro Cunqueiro, lo que realmente te abre son las ganas de escapar de la realidad: «Un libro es como una ventana desde la que uno se asoma al otro mundo… y ya no quiere volver».

Total, que leer ¡es la excusa perfecta para desaparecer de los problemas mundanos! Así que cuando te vean inmerso en un libro, diles que estás «viajando», ¡porque viajar entre páginas, es lo más económico que existe!

Foto de Aaron Burden en Unsplash

Educación Artística y cuero negro

La cazadora de cuero negro Perfecto de Marlon Brando sigue. Diseñada en 1928 por Schott mantiene vivo un mensaje centenario. El de las virtudes del cuero negro con cremallera, recién inventada entonces. 

La imagen la han transmitido James Dean, Brad Pitt, Grease, Terminator, Matrix, XMen, Elvis, Los Ramones, Yves Saint Laurent con Dior, Gaultier, Loquillo, Mecano, Michael Jackson, Mango, Pull  and Bear o la última Mercedes-Benz Fashion Week.

El cuero negro proyecta ambivalencia pero personalidad. Rebeldía pero autodominio. Posee resistencia y flexibilidad, y transmite a la vez dureza y flexibilidad. Algo neutro pero que impacta. Refleja fuerza aunque con estilo. Independencia pero “combina”. Tendencia y “aestética”, confianza y personalidad. Elegancia y libertad. Minimalismo pero “con apuesta”. 

Transmite mucho pero discretamente. Pocas prendas o accesorios han sido tan “influyenters” o icónicas sin imponer. Un neutral posicionamiento.

La moda nos descubre o proyecta. No todo es “Perfecto”, pero resulta inteligente admitir valores y mensajes válidos para la vida, la familia o la educación. Vestir, como todo, comunica, tanto o más que la oratoria. Y educar la estética o educarnos con ella debería ser una asignatura artística en la adolescencia. No todo ha de ser «Plástica». Ahí lo dejo.

ADRIANEY ARANA

La voz interior

Me repetían en la escuela que el que mucho abarca poco aprieta, que era inconstante, lento, de letras y hasta que prometía como lanzador de disco (!). Vale.

Pero eran mis padres quienes me definían, a favor o en contra de la realidad, y defendían. Me creaban una elevada autoestima, que no autoconcepto porque de hecho luego me la pegué. Pero tenía y podía salir adelante: si había gente que creía en mí, yo creía en mí.

Esa voz interior no es lo mismo que la conciencia o Pepito Grillo, ni el “conócete a ti mismo”, sino la grabadora de la infancia, según Marian Rojas.

Una experta recomendaba ayer construir la “voz interior” de los hijos o alumnos. Decirles, hablarles, repetirles. Truco: estar en casa. 

ADRIANEY ARANA  ·   Foto de Jan Kopřiva en Unsplash

La vuelta al cole

ERNESTO LÓPEZ-BARAJAS.-   Hablaba con un amigo después de las fiestas patronales de mi ciudad de la vuelta a lo ordinario, al trabajo normal. De cómo cuesta. Del esfuerzo que hay que hacer. Veíamos que depende de cómo te lo tomes, de tu carácter, del sentido con el que lo haces, de procurar ser “buena gente” y de tener sentido del humor. Como algunos currantes, trabajadores buenos. De esos que te ponen la gasolina con una sonrisa, mientras te cuentan un chiste o gastan una broma. Te ríes y afrontas el viaje de otra manera.

 Como dice un poeta: “Una sonrisa es la mejor mecedora para el ánimo ajeno y la alegría su más cálida chimenea, y se pueden ofrecer al prójimo en todas las circunstancias”. También lo confirman las neurociencias: una carcajada de corazón aporta a nuestro cuerpo y a nuestra psique muchos más beneficios que muchas medicinas.

Se trata de intentar ser “buena gente” como dicen los del sur. Y eso se puede entrenar: día tras día, buscando con cuidado lo bello y el bien que pasa a nuestro lado, predisponiendo la mirada hacia la parte positiva de los demás, aprendiendo a dejar pasar la molestia de los pequeños y grandes contratiempos sin permitir que nos arruinen la jornada, viendo con sentido del humor la fragilidad y extrañeza de lo humano.

Foto de Andrea Piacquadio – pexels