La mujer invisible

Nicole Johnson es una escritora y oradora estadounidense conocida por sus reflexiones sobre la vida cotidiana, la espiritualidad y los desafíos de las mujeres. Su charla The Invisible Woman en TED Talks es un referente en el reconocimiento del trabajo en el hogar, válido hoy para varones y mujeres.

Con humor y brevedad explica que las contribuciones de muchas mujeres a menudo pasan desapercibidas o no son valoradas, a pesar de ser esenciales para el bienestar de sus familias y comunidades. Su trabajo es invisible y no siempre reciben reconocimiento inmediato pero están construyendo algo significativo y duradero.

El mensaje es aplicable a toda la gente normal y corriente, invisible como la madre o el repartidor de Amazon. Familiares o colegas que convierten en una sonrisa la catástrofe diaria del derramamiento del café del desyuno. Gente que ni siquiera se considera héroe anónimo porque se mueve sin interés por la foto y con espíritu de servicio. Es decir, la ordinary people no polarizada.

La sonrisa es la mejor vacuna contra el victimismo. Trabajar con alegría y parecer el último mono es compatible con sostener los pilares del mundo. Esa es la gente corriente, o sea la gente, la tan preciada gente que mueve el mundo y que las compañía de big data rastrean para saber lo que realmente pasa.

ADRIANEY ARANA

Fuera del tiempo

MANUEL RODRÍGUEZ «RODRI».-   Les empujaron a dejar su hogar, a trasplantar sus vidas. Todo lo que tenían quedaría sumergido bajo el agua del nuevo embalse. La casa desaparecería. El gato, siempre oteando detrás del tronco de cortar la leña, tendría que salir a nado. El ganado quedaría sin establo y sin pasto. La hierba seguiría creciendo en el fondo del pantano.

Dejar el hogar. Adiós al armario con la ropa de los domingos, cuando ella envuelve el cuello con ese elegante pañuelo. Así sobresale la serenidad de su rostro adornado con los surcos de la vida. Y el sereno mirar de sus ojos verdes. Él se encorbata los domingos para ir a misa. Con su chaleco y su traje. También en otros momentos importantes.

Contestaron que no se iban. Seguirían en su hogar hasta que llegara al agua. Ese fue el plazo para quedarse. Pasaron años y años, décadas. El agua no llegó, por ahora. Y ellos quedaron fuera del tiempo. No se marcharon pero tampoco se han convertido en seres acuáticos. Siguen en su casa rural defendiendo “su identidad, su memoria y dignidad”, apuntó alguien.

El gato continúa oteando detrás del tronco, cada vez más perezoso. O quizá sea otro gato. El acarrea leña para el invierno. Y cuida de ella con mimo. Los dos comparten el calor del hogar que un día les dijeron que tenían que dejar. Si estuvieran dentro del tiempo alguien diría que van camino de cumplir cien años. Cada uno. Pero para ellos dejaron de contar los calendarios. Ahí siguen, con su memoria y su dignidad, ensalzando su identidad, avivando un rural que se desvanece. Hasta que llegue el agua.

Pie de foto: Irene y Eliseo continúan en su casa.

Foto: Marcos Míguez

Encauzar el río

El movimiento de indignación del 15M en 2011 llevó a la creación de Podemos y otras formaciones. Aquel malestar ante la corrupción y la crisis se encauzó entonces hacia una política que, vista ahora, tampoco remansó las aguas.

El dolor y la indignación ante los daños de la DANA en Valencia también han de encauzarse, pero bien. Encauzar el río de dolor con compañía y unidad «sí» es necesario. Cualquier abrazo, hasta el de un rey enfangado, consuela. En medio del barro político cuenta más el acompañamiento real y espontáneo que el “gesto” buscado. El ingenuo y desinteresado «voluntario» consuela más que un comité desorientado. Y rezar por otro seca sus lágrimas.

En una sociedad que da culto al “liderazgo” y a la “empatía” falta humildad para trabajar en equipo: es decir falta “trabajo” y “equipo”. Fallan las características del líder estudiado en las escuelas de negocios y otras fábricas de gurús. Y esto habría que revisarlo.

Encauzar la indignación actual no consiste en correr rumores, bulos y videos que generan un nuevo desbordamiento de noticias depresivas. La intoxicación aumenta si la información no bebe de fuentes limpias, fiables u oficiales. 

La esperanza se trabaja, no sólo se espera. En un futuro se encauza un río con una eficaz respuesta hacia una política de servicio y no de poder, de hacer el bien y hacer las cosas bien. Y no dejarse arrastrar por la corriente política propia o ajena.

Cuando en Roma la corrupción y el fango en la lucha por el poder anegaba aquella sociedad alguien escribía a los ciudadanos romanos: “No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien.”

ADRIANEY ARANA

¿Por que somos fieles?

El Ala Oeste, 24, Star Wars, los Simpson, Hospital General, Breaking Bad… series que alargan capítulos y temporadas algunas desde hace años en antena. La última citada llega a 22000 episodios y se emite desde 1959.

¿Por qué las seguimos viendo? Porque profundizan en las complejidades de las relaciones humanas y nos permiten ver el lado malo de los buenos y el bueno de los malos y eso en el fondo nos llena de esperanza en el ser humano. La vida sigue y podemos mejorar. Kamala Harris sostenía recientemente que ella cambia de opiniones pero no de valores, los suyos claros, pero es así.

También Benedicto XVI se preguntaba hace años “¿Por que permanezco en la iglesia Católica?… si a la Iglesia le aguardan tiempos muy difíciles… y su verdadera crisis apenas ha comenzado todavía”. Se contesta que la luna permanece ahí en la era de los vuelos espaciales siendo sólo arena, roca y desierto, siendo lo que no es en sí misma, el reflejo de otro. Dice que no es “nuestra” Iglesia, sino “suya”, o sea, de Dios. Y que por eso sigue.

Siempre me repiten unos amigos que ellos no se casaron por ordenador, que el flechazo que los unió también les dejó heridos y que el único algoritmo que los mantiene juntos es el amor.

La contradicción, el cambio de guión, la sorpresa, el giro, la tragedia, el misterio… nos llevan a un final desconocido o no por el guionista de la historia, al que permanecemos fieles porque confiamos en él, en su proyecto temporada tras temporada. Pase lo que pase. Pero lo que pasa nos mantiene ahí y hace mejores y por eso le somos fieles. A él, aunque no sepamos quién es y sólo veamos a los actores.

ADRIANEY ARANA

Educación Artística y cuero negro

La cazadora de cuero negro Perfecto de Marlon Brando sigue. Diseñada en 1928 por Schott mantiene vivo un mensaje centenario. El de las virtudes del cuero negro con cremallera, recién inventada entonces. 

La imagen la han transmitido James Dean, Brad Pitt, Grease, Terminator, Matrix, XMen, Elvis, Los Ramones, Yves Saint Laurent con Dior, Gaultier, Loquillo, Mecano, Michael Jackson, Mango, Pull  and Bear o la última Mercedes-Benz Fashion Week.

El cuero negro proyecta ambivalencia pero personalidad. Rebeldía pero autodominio. Posee resistencia y flexibilidad, y transmite a la vez dureza y flexibilidad. Algo neutro pero que impacta. Refleja fuerza aunque con estilo. Independencia pero “combina”. Tendencia y “aestética”, confianza y personalidad. Elegancia y libertad. Minimalismo pero “con apuesta”. 

Transmite mucho pero discretamente. Pocas prendas o accesorios han sido tan “influyenters” o icónicas sin imponer. Un neutral posicionamiento.

La moda nos descubre o proyecta. No todo es “Perfecto”, pero resulta inteligente admitir valores y mensajes válidos para la vida, la familia o la educación. Vestir, como todo, comunica, tanto o más que la oratoria. Y educar la estética o educarnos con ella debería ser una asignatura artística en la adolescencia. No todo ha de ser «Plástica». Ahí lo dejo.

ADRIANEY ARANA