No Child Left Behind

 

Un chiste corto me lleva a pensar en que nunca seremos iguales si seguimos igual. “Mamá, mamá, en el cole me llaman ´facebook’. – Y tú ¿qué les contestas? -Me gusta”. Y he aquí el quid de la pretendida equidad educativa.

USA implantó hace un siglo la ley NCLB (No Child Left Behind). Paradójicamente hoy en día el 60% de los alumnos abandonan los institutos americanos. No tienen problemas de inversiones. No. El lema de los marines de que “nadie se queda atrás” no se cumplió. No se logró que todos llegaran igual, que hubiera igualdad. Y es que USA es un país más militar que escolar.

Ken Robinson arremetió en 2013 contra esta famosa ley en su conferencia sobre el valle de la muerte en la educación. No se logra la equidad, no se logra la igualdad. La clave no se encuentra en las escuelas, en las leyes o en   los programas, y en que sean iguales para todos. La clave está en los niños. Y los niños son diversos. Dos hermanos son totalmente distintos, no son iguales. No digamos dos que no son hermanos o tienen procedencias e historias distintas. La respuesta está en cómo nos adaptamos a su diversidad, a su curiosidad y a su creatividad. Es decir, cuanto más desigualdad, más equidad. Y nadie quedará atrás. La niña bailarina no repetirá curso por no parar quieta en clase.

El Informe de la OCDE sobre alumnos desaventajados (Low-performing students…) insiste en considerar importante en un país la diversidad, la libertad, la autonomía curricular y la existencia de centros concertados. La variedad no es lo malo. Como decía Guardiola: “ En eso Mourinho y yo somos gemelos, ambos queremos ganar títulos”.

* Estefanía Laya es un seudónimo de una persona docente de Primaria.

Gurulandia

“Padres felices, hijos felices”. Obviedad en boca de los gurús educativos de moda que salen hasta de debajo de las piedras. Abres Facebook y un gurú te dice que “los hijos bien educados tienen más posibilidades de éxito que el resto”. Lo afirma un tipo con jersey-ceñido-americana y micro-pinganillo en la cara. 

Si miras Twitter, el valle del postureo global, los gurús suelen escribir mensajes del estilo: “los hijos de padres innovadores son más creativos”. Si es un blog o un diario digital: “Willian Pérez, experto en ‘learning’, afirma que los padres deben pasar tiempo con los hijos”.

La invasión de gurús que predican obviedades es de agradecer en el incomprensible mundo educativo que nos hemos creado pedagogos, educadores y legisladores en el último siglo. Aunque algunos gurús resulten ridículos, la mayoría aportan aire fresco. Carentes de títulos muchos de ellos, son sin embargo “expertos en humanidad”, algo tan escaso en esta parte del occidente. Por eso, casi todos sus mini videos ‘inspiran’ al menos cierta paz. 

Porque nada relaja más que saber que ser padre, profesor o educador no es tan difícil. No hay más que ser normal. Y pensar que “los hijos con padres sonrientes suelen ser más felices en la adolescencia” y que es mejor no usar constantemente el móvil cuando estás con tu hijo si quieres evitar que te imite”. Y es que, como dice la canción de Intoxicados, “todo es tan fácil que se hace difícil”

Adrianey Arana

 

Por una escuela atractiva

     Dicen que J.K. Rowling se inspiró en la George Heriot’s School para crear Hogwarts. Este precioso colegio para huérfanos de Edimburgo con cuatro 'casas' que compiten entre sí es el lugar al que todos desearíamos acudir o mandar a los hijos. A un colegio inglés al fin y al cabo, porque Inglaterra es un país fundamentalmente escolar.

     El profesor Peter Dolton, en su estudio Global Teacher Status Index, dice que el estatus o prestigio de los docentes se mide de forma diferente "en función de la historia y los valores y las costumbres de una cultura particular". Afirma que en Nueva York la sociedad prima los ingresos financieros, por lo que allí tuvo que medir el estatus del maestro por su salario. En China, en cambio, los maestros tienen un prestigio mayor a pesar de no corresponderse con el dinero.

     Pero más decisivo que el estatus del profesor es el prestigio de la escuela en general. En un país escolar sus colegios son los más bonitos del mundo y su educación es imitada, copiada y fuente de inspiración para novelas y películas. Eton es símbolo de todo un país al igual que Hogwarts

     En USA sucede algo similar. El bus escolar amarillo es un símbolo nacional, una institución. Los high school americanos públicos o privados son la envidia de todo adolescente. De ahí que el que pueda manda a su hija a hacer un año de bachillerato a Estados Unidos. Y claro, va encantada. Y es que sus campos de fútbol y sus canchas da basket son 'chulas'. Así de sencillo. Y lo mismo ocurre en Corea del Sur, etc. y otros países que valoran sus escuelas.

     En España no hace falta un día del orgullo escolar, sino arquitectura, arte, cuidado e ilusión. La estética escolar es prioritaria, no sólo el currículum. El comedor escolar, la jardinería, el diseño de la equipación deportiva han de ser atractivos. Aprendamos del estilo del fútbol en España. Aprovechemos para que deporte, estética y educación vayan unidos, como lo van en otros países.

     Educa lo que se ve, lo que se hace, lo que se vive… y lo que emociona. Lo atractivo atrae. La belleza educa. Es cierto que lo que más forma es el trabajo bien hecho, pero eso ya es algo estético. Quizá así la camiseta y la mochila del cole sean más valoradas entre nuestros alumnos que las del Real Madrid.

Olor a libro nuevo

 

    El olor a libro nuevo de septiembre es otra noche de Reyes. El inicio de las clases, la ilusión de  estrenar, las historias que vendrán… Mamás que sueñan y dejan a sus hijos con los ojos brillantes. Niños dormidos absolutamente despiertos. Zapatos nuevos. Mochilas con dibujos y colores. Padres que respiran y confían en su hijo.. no en el colegio, ni en los profesores, ni en el sistema. Saben que su niño o niña se hará mayor.

      Horarios cambiados, nervios, rutinas que todavía no lo son, pero que mamá quiere que sean. "Papi te quiere mucho" repiten algunos como en el andén de una estación. "Tu familia no te olvida"… casi. Porque el niño inicia  su mundo, no el de ellos. Empieza de nuevo el camino hacia su propia vida. Pero eso mismo, aunque cueste, es lo que sus padres desean. Y que sea feliz.

      No comienza esta semana la vuelta al cole, ni el descanso de los padres, ni la actividad escolar: recomienza la ilusión de una niña o de un niño que quiere volar para regresar al nido en un vuelo cortito, pero con sus alas. Y mirar con sus ojos. Y aprender la libertad.

(Adrianey Arana)

Me hago KID

       Me siento #@“niño”. He visto a unos buscar al #ratóncitoPérez en @youtube y veo que no está reñida la tecnología avanzada con la inocencia. Además, así se vive bien. 

       Como fuente de INGRESOS tienes varias: el propio ratoncito por cada diente (puede haber temporadas de 7 u 8), los Reyes, los premios por notas, por el santo, cumple, primera comunión. El dinero de los abuelos, del padrino. Luego también está algo destinado a plazo fijo en “la hucha que no se puede tocar”. 

       (Gastos no es mucho: alimentación, vestido, #wifi#tablet, móvil, PS4, y “caprichos necesarios” están cubiertos por ser niño).

       Trabajo: esto es lo peor. Un par de páginas de colorear y sumar de pequeño, y de dibujar los #planetas de mayor. 

       VACACIONES mogollón: meses y meses, salvo el período escolar seguido, perp también tienes actividades incluidas: fútbol, tenis, natación, etc. 

       PREMIOS!!!; bastantes. Eso es lo mejor. Por portarse un rato bien la mayoría. Luego está por darle un abrazo a papá, por estar callado, por no dar la paliza (esto con un juego del móvil es fácil), por no pegarle a tu hermana y… por estar quieto casi todos. Y si gana el equipo de papá, más.

       Y lo mejor es que puedes jugar todo el rato. En casa, con los abuelos, en mil #campamentos urbanos o de inglés o de surf o de hacer cosas. En el colegio todo es jugar también hasta que pasas los planetas y la tabla de multiplicar. Luego ya hay que estar aburrido mucho. Pero entonces, vuelves a hacerte niño y ya está.

       Unos eligen el género, otros el número, otros la cantidad, yo elijo la edad. La edad de la inocencia (com EDITH).

       Nunca me haré mayor, aunque no sé… los juguetes de papá son más grandes que los míos.