webinar

 

   Sir Ken Robinson dio una de las charlas más vistas de la historia de TED titulada “Cómo los colegios están matando la creatividad”.  La vimos, la pasamos y nos hizo pensar. Luego hemos leído sus libros y ahora le echamos de menos. Pero comenzó siendo solo eso: una gran lección magistral. Eso sí: «magistral».

     Algunos teóricos educativos atacan la clase magistral impartiendo una clase magistral. Cursos, sesiones o “talleres” interminables en los que únicamente habla el interesado en denostar la lección magistral en la escuela. Como el que ataca el uso de las redes sociales a través twitter.

     Lo digo porque viene el tsunami de “webinars”. En pleno confinamiento me apunté al primero con un sugerente educador. Me registré, me recordaron una y mil veces que no quedaban plazas, y que ya había pasado a formar parte del selecto grupo de participantes de ese webinar.

     Acabó siendo una charla a la que estábamos conectados millones de «elegidos» con micro silenciado, con un chat de millones de preguntas y comentarios que corrían sin parar por un lateral. Y se acabó. Como verle en televisión, pero peor. Sin calidad, sin un buen entrevistador, ni guión. Me apunté a más, pero igual.

     Es lo que se lleva: la lección magistral. Por youtube, por webinars, por tutorials, por pantallas compartidas con micros apagados.  Sugiero a estas editoriales y plataformas y universidades que piensen que para que una sesión así funcione tiene que ser “magistral”, hecho por una persona que “produce lo mejor porque hace cosas que ama -decía Ken-, porque está en su elemento”. O simplemente porque está bien hecho. En este sentido aplaudo a bbvaaprendemosjuntos.com, que seduce y no te engaña y alguna es magistral. Y a empantallados.com, fresca, profunda y pegada al terreno.

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La mano de Dios

Una vez Maradona coincidió en un vuelo con una chica que no era muy futbolista que digamos. Es más, no sabía ni quién era el astro. Una joven que se dedicaba a impulsar una iniciativa social de promoción de la mujer en su país. Algo de inspiración cristiana 'y tal'. Se saludaron e iniciaron una breve conversación en la que Maradona vio que no le conocía. Ella le preguntó -"¿Y usted a qué se dedica?" El astro contestó: -"Futbolista, ya sabe…" -"¡Qué interesante! ¿Y de qué juega?" -"Bueno, verá -sonreía el genio-, delantero más bien". 

     Pero ella, que tonta no era, se fue percatando que delante tenía un personaje. Y le pidió apoyo económico para su proyecto. Diego Armando sacó de su bolsillo la chequera -algo que antes se llevaba-, firmó un cheque, se lo puso delante y le lanzó el balón: "Escriba la cantidad que necesite". Ella escribió "con la mano de Dios" una valiente cantidad. Él sonrió y le entregó la generosa donación. Aquello luego hizo feliz a mucha gente.

     Siempre hay motivos para ver “la mano de Dios” en personas con pies de oro y barro, como la estatua de la biblia. Adiós, genio, de parte de un brasileiro.

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Cuidado, Celaá

“El izquierdista es un tuerto del ojo derecho; el derechista lo es del izquierdo. Afortunadamente, ambos mis ojos ven bien”, dijo un coruñés ministro de Educación en la República, el famoso Salvador de Madariaga. En cambio ahora el PSOE está tuerto de ambos ojos. Porque en el 85 creó con la LODE los colegios concertados que ahora se quiere cargar.

Cuando Rajoy fue ministro de Educación en el 2000 escribí pidiendo que por favor no volviera a cambiar la LOGSE de Rubalcaba por la LOCE, pero Pilar del Castillo lo hizo. Y no duró nada porque al poco vino Zapatero y sacó la LOE. Y luego Wert… y luego Celaá. Paren ya ustedes, se lo ruego, porque estamos intentando en los colegios que no nos coincidan varias leyes a la vez. 

Por cierto, le recuerdo a Celaá que Zapatero cesó a la ministra de educación María Jesús San Segundo "al día siguiente" de aprobarse la controvertida LOE con manifestaciones de casi medio millón de personas en contra, y nombró a Mercedes Cabrera. Y el que escribió hace unos meses "Manual de Resistencia" es capaz de eso y de más. Buenas herramientas, como dice Pablo Iglesias, que sólo se usan.

Cabezas

     No quiero hablar mal de los políticos. Respeto sus opiniones. Cada uno tiene sus ideas y son muy respetables. Pero sí me gustaría criticar a sus asesores. No es de recibo que las mejores cabezas del mundo, de nuestros líderes, luzcan unos pelos que les restan votos. Mucha gente sólo se fija en lo que tienen en la cabeza. Y votarán a otros como Biden, Pedro Sánchez o Feijóo. He ahí la cuestión: ¿qué tienen nuestros políticos en sus cabezas?

     Menos mal que la belleza está en el interior de las personas y no hay que juzgar por las apariencias. Pero las últimas elecciones y votaciones están demostrando que se puede ganar por los pelos. No es cuestión de imagen solo, pero hoy es importante salir bien en la foto. Recomiendo a Carlos, un peluquero que está en la calle Olmos en Coruña, en Sophia's. Pero hay más… como José en Carballo o José Antonio en Marco Aldany. Son los que más saben de la vida y de la política. Todo el día le dan a la cabeza y a hablar con la gente. Hablan con la gente.

La vacuna del humor

   Estos días los alumnos pequeños querían contar chistes. No sé por qué necesitan el humor, el relato del humor. Son cortos, sintéticos, como sus descripción de la profesión de sus padres (“mi madre trabaja en una banco… “-¿Y qué hace? -“Se queda con el dinero de la gente”. Je, es verdad).

 

-¿Qué le dice una pared a otra pared?

-Nos vemos en la esquina.

 

Un niño le dice a su padre:

– Papá, cuando sea mayor quiero ser como tú.

– ¿Por qué, hijo mío?

– ¡Para tener un hijo como yo!

 

– Me voy dos semanas de viaje.

– ¡Ah, qué bien! Pues no te olvides de escribir.

– Espero que no, con lo que me costó aprender…

 

– A ver, ahora que estamos en otoño, ¿qué dice el libro que pasa?

– Nada.

– ¿Cómo que nada?

– No, porque se le caen las hojas.

 

– ¡Qué guapa estás hoy! ¿Te has pintado los ojos?

– No, ya los tenía.

 

O sea, que como decimos los docentes: estamos “trabajando” el chiste. Gran vacuna.