la radio

Una de las mejores sensaciones de estar en la cocina, en el coche o corrigiendo libretas es escuchar la radio: fresca cuando lo es, rápida, instantánea, alegre, con contertulios, llamadas, música o noticias, deportes y sorpresa.

 

La radio mañanera es la que da la opinión de lo que se comenta en el trabajo, de lo que dicen, de lo que parece, de cómo están las cosas. Y es la que nos relaja y deconecta de la realidad con un simple cambio de emisora a música de los… años que sea.

 

Los proyectos educativos de radios para niños buscan eso: la radio pero para ellos y por ellos. Emisoras que oigan cuando van en el coche siendo llevados…. con su lógica, sus mecanismos mentales y su imaginación. Una manera de desarrollar sus habilidades comunicativas. No hay nada mejor que un famoso entrevistado por niños y más si es en directo. O cualquiera si es llamado por teléfono a media mañana por sorpresa.

 

En España hay dos emisoras 24 horas para niños, ambas nacidas en el ámbito educativo: Pequeradio y Babyradio. Tienden a ser emisoras con contenido infantil, como son los canales de distintas plataformas de tv. Pero no radios “de niños”. Y esa es la cuestión. Técnicamente no es difícil, pero “el guión” no es fácil, porque es y está en la cabeza de los niños.

 

Si los intentos que existen en muchos lugares cuajan, veremos el mundo con ojos nuevos. Ya lo veréis.

La tercera ola

 

Me estaba asustando pensar en la tercera ola del covid que viene gigante. Pero cuando he visto a un emocionado surfeiro  echarse deprisa al agua en pleno temporal del Orzán y yo abrigado y muerto de miedo… y él descalzo y mirando de frente las olas…me dije: «recuerda que eres brasileiro».

Los brasileños, además de ser repetidas veces campeones del mundo de fútbol. basket, voley, Fórmula 1, etc., somos desde el 2014 de surf. “Soy muy ansioso, sólo lo controlo en el agua, surfeando” dice mi compatriotra Gabriel Medina, el actual campeón del mundo (el de la foto).

Si viene una tercera ola, controlaremos la ansiedad surfeándola cada día con lo que tengamos entre manos. Que cada uno se busque su tabla. Pero no dejará de ser sólo una tabla, un bañador y… la mirada al frente, por encima de la ola.

chuac chuac

 

 

     Cuando tu madre y abuela de tus niños con sus 80 y tantos años queda ingresada el 23 de diciembre por neumonía y aislada por el covid en una planta del Chuac, no te quedan ganas de mazapán ni de copita de champán. Es lo que le ha pasado a un amigo.

    Para su sorpresa recibieron anteayer en Nochebuena una videollamada de la abuela (?!) desde la cama del hospital con saludos y sonrisas. Pudieron hablar, relajarse… que todo va bien o no va mal, que a ver qué dicen los médicos cuando pasen… que feliz navidad y que a brindar.

    A brindar… por esa trabajadora anónima que se armó de toda la parafernalia anticovid, entró en la habitación, averiguó el móvil de la familia y conectó a la abuela con los suyos. No saben quién fue.

     Bello es hacer el bien y desaparecer, sin pasar factura ni reclamar aplausos a las 8. Esfumarse como el amigo invisible. A esa gente que sostiene este mundo con normalidad, a esos invisibles de los invisibles de los hospitales, desde aquí un par de besos: Chuac, Chuac.

1 giga

 

Llama la madre a movistar por la factura y le contestan que “lo sentimos, señora, pero se ha comprado usted varios juegos”. Había sido la niña de 7 años con el móvil de la abuela porque memoriza las claves de todo… y lee sus ‘post-its’

Niños y mayores nos sabemos de memoria listas de compañeros de clase por orden, la plantilla del Madrid, recetas de masterchef, emails, cuentas de twitter y absurdos nombres de webs, series de netflix, personajes de ‘La casa de papel’ y resultados de mundiales. Hasta me sé el nombre de las 9 leyes de educación: loece, lode, logse, lopeg, loce, loe, lomce y lomloe.

Dicen que la memoria es la inteligencia de los tontos y que en el futuro todo estará en la red. Tú no tendrás que saber nada. Solo estar conectado. Y pagar la tarifa basic, premium o pro de icloud, drive o dropbox. Para tener más memoria. Cuanto más tonto seas, más memoria podrás comprar sin problema.

Para mí es un arte recitar algo de memoria. Me cuesta porque “soy listo”. Pero quizá es ese «giga» que ahí queda para cuando el corazón cante sin quererlo o el alzheimer solo me permita musitar una y otra vez “ruega por nosotros”.

webinar

 

   Sir Ken Robinson dio una de las charlas más vistas de la historia de TED titulada “Cómo los colegios están matando la creatividad”.  La vimos, la pasamos y nos hizo pensar. Luego hemos leído sus libros y ahora le echamos de menos. Pero comenzó siendo solo eso: una gran lección magistral. Eso sí: «magistral».

     Algunos teóricos educativos atacan la clase magistral impartiendo una clase magistral. Cursos, sesiones o “talleres” interminables en los que únicamente habla el interesado en denostar la lección magistral en la escuela. Como el que ataca el uso de las redes sociales a través twitter.

     Lo digo porque viene el tsunami de “webinars”. En pleno confinamiento me apunté al primero con un sugerente educador. Me registré, me recordaron una y mil veces que no quedaban plazas, y que ya había pasado a formar parte del selecto grupo de participantes de ese webinar.

     Acabó siendo una charla a la que estábamos conectados millones de «elegidos» con micro silenciado, con un chat de millones de preguntas y comentarios que corrían sin parar por un lateral. Y se acabó. Como verle en televisión, pero peor. Sin calidad, sin un buen entrevistador, ni guión. Me apunté a más, pero igual.

     Es lo que se lleva: la lección magistral. Por youtube, por webinars, por tutorials, por pantallas compartidas con micros apagados.  Sugiero a estas editoriales y plataformas y universidades que piensen que para que una sesión así funcione tiene que ser “magistral”, hecho por una persona que “produce lo mejor porque hace cosas que ama -decía Ken-, porque está en su elemento”. O simplemente porque está bien hecho. En este sentido aplaudo a bbvaaprendemosjuntos.com, que seduce y no te engaña y alguna es magistral. Y a empantallados.com, fresca, profunda y pegada al terreno.

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