La mano de Dios

Una vez Maradona coincidió en un vuelo con una chica que no era muy futbolista que digamos. Es más, no sabía ni quién era el astro. Una joven que se dedicaba a impulsar una iniciativa social de promoción de la mujer en su país. Algo de inspiración cristiana 'y tal'. Se saludaron e iniciaron una breve conversación en la que Maradona vio que no le conocía. Ella le preguntó -"¿Y usted a qué se dedica?" El astro contestó: -"Futbolista, ya sabe…" -"¡Qué interesante! ¿Y de qué juega?" -"Bueno, verá -sonreía el genio-, delantero más bien". 

     Pero ella, que tonta no era, se fue percatando que delante tenía un personaje. Y le pidió apoyo económico para su proyecto. Diego Armando sacó de su bolsillo la chequera -algo que antes se llevaba-, firmó un cheque, se lo puso delante y le lanzó el balón: "Escriba la cantidad que necesite". Ella escribió "con la mano de Dios" una valiente cantidad. Él sonrió y le entregó la generosa donación. Aquello luego hizo feliz a mucha gente.

     Siempre hay motivos para ver “la mano de Dios” en personas con pies de oro y barro, como la estatua de la biblia. Adiós, genio, de parte de un brasileiro.

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Cabezas

     No quiero hablar mal de los políticos. Respeto sus opiniones. Cada uno tiene sus ideas y son muy respetables. Pero sí me gustaría criticar a sus asesores. No es de recibo que las mejores cabezas del mundo, de nuestros líderes, luzcan unos pelos que les restan votos. Mucha gente sólo se fija en lo que tienen en la cabeza. Y votarán a otros como Biden, Pedro Sánchez o Feijóo. He ahí la cuestión: ¿qué tienen nuestros políticos en sus cabezas?

     Menos mal que la belleza está en el interior de las personas y no hay que juzgar por las apariencias. Pero las últimas elecciones y votaciones están demostrando que se puede ganar por los pelos. No es cuestión de imagen solo, pero hoy es importante salir bien en la foto. Recomiendo a Carlos, un peluquero que está en la calle Olmos en Coruña, en Sophia's. Pero hay más… como José en Carballo o José Antonio en Marco Aldany. Son los que más saben de la vida y de la política. Todo el día le dan a la cabeza y a hablar con la gente. Hablan con la gente.