El proyecto del ministro Subirats (Podemos) para los estudios de Magisterio reduce las Matemáticas a 60 horas. Es todo lo que tiene que saber el profesor del futuro de la tecnología inteligente. O sea, como prevención de riesgos laborales y algo más que el curso para tener perro.
Se añaden muchas horas al tema sexual, clave de la civilización y del progreso. Inclusión Educativa y Atención a la Diversidad y Género y Educación tienen el doble de créditos que Matemáticas.
Cuando los alumnos lleguen a Secundaria sabrán identificar “los elementos constructores de los géneros”, que están “en el coco”, no en el cuerpo. Por eso también reducen a 6 los créditos de Naturales. La Biología no es útil.
Si la Orden reconoce que los maestros necesitan “aprender fundamentos científicos”, ¿cómo impartirán las 1000 horas de Matemáticas que recibe un alumno a lo largo de Primaria? Lo digo por si no se han dado cuenta. Nada, sólo era eso.
Adrianey Arana
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