Me dicen unos padres que están felices porque en este confinamiento han logrado que por fin su hijo rompa a leer y además con gusto. Y han tenido que comprar libros. Ayer visité al mejor librero de la ciudad y me comentó que, tras el cierre, parece que la gente está leyendo cada semana más libros físicos.
Los libros de preescolar e infantil son el subgénero más vendido en la últimas semanas, seguidos de ficción y ficción infantil y juvenil. E increíblemente los cuadernos Rubio tienen 2 ejemplares entre los 30 libros más vendidos ahora mismo en Amazon.
Yo estoy disfrutando de varias lecturas, que me ayudan a resistir no solo el paso del tiempo, sino sobre todo los titulares diarios, los enlaces de whatsapp, las fake news y las no tan fake que necesitan una visión crítica. Libros con los que me siento libre. Sin evadirme. Sin miedo. Sin fantasmas. Y que son el antídoto o la vacuna contra la otra gran epidemia actual: lo viral (nunca mejor dicho). Así, dice El cisne negro, “casi todo lo importante que nos rodea se puede matizar”.