Eva Bailén, autora del recién publicado libro “Cómo sobrevivir a los deberes de tus hijos”, es la promotora de la campaña por la racionalización de los deberes. En el fondo se cuestiona el sistema educativo español, el papel de las editoriales de libros de texto y la personalización de la educación, especialmente en la escuela pública.
No sé si su libro se venderá, pero la campaña ha generado debate en el mundo educativo. Ella no es partidaria de “Deberes No”, sino de su racionalización. Así lo pide en su iniciativa en change.org y en las entrevistas publicadas sobre todo en el diario El Mundo.
El peligro del debate es que se convierta en guerra y que los padres pierdan la confianza en los profesores y viceversa, cuando tan necesitados estamos de los contrario. No sólo hace falta un pacto nacional de educación, sino en primer lugar el trabajo conjunto de familias y docentes para sacar adelante a cada hijo, a cada alumno. Porque al final, la educación y el aprendizaje es algo personal, es cada persona la que aprende, no el grupo.
En este pais siempre llevamos las cosas a los extremos y todo argumento lo reducimos a dos posturas: “o sea, que tú… ¿estás en contra de los deberes?”. No, pero, si eres profesor, prueba durante unos días -yo lo he hecho y me he quedado asustado- a hacer los deberes que mandas. Y al detalle, todo. Verás que hay que cambiar el planteamiento. Que es necesario un debate, pero no una guerra de titulares.
Ni a favor ni en contra. Sí estoy a favor de generar paz en la educación, de generar confianza en el colegio y en las familias. A favor de cambiar el término “deberes” por otro más adecuado. De racionalizar las tareas, de eliminar gran parte de ellas, de que haya consensos sobre el tema entre los padres y los profesores, de que los centros tengan unidad de criterios. De no seguir los dictados de las editoriales de libros de texto. De racionalizar los deberes, como explica Eva Bailén. De personalizar la educación.
Y sobre todo me parece que los profesores necesitan paz para educar, los padres confianza y tranquilidad, y los niños jugar y aprender. No lo decía Tonucci, sino un gran maestro español de un pueblo del que han salido grandes emprendedores: “La letra jugando entra”.
Lo demás es crear otra guerra más con niños en el medio, como varias que estamos sufriendo.
Para más ideas, mi post de hace 3 años sobre el tema:
http://www.adrianey.net/2013/11/los-padres-quieren-deberes.html