“Si aburres no debes hablar, estamos aquí para entretener”. Es el juego de la espectacularización de la tele, de la política y de la educación. Y aunque algunos lo vean como un mal, tan sólo es un hecho. La cultura del impacto no está reñida con la cultura de la huella. Los impactos pueden dejar huella. Todo está en McLuan, pero ya estaba en el teatro, en la literatura y en la Roma imperial.
Los mejores juegos son los divertidos. Los mejores libros son los entretenidos. Lo educativo aburre. Nada hay peor que regalarle a un niño un juego educativo o un libro para mejorar la convivencia. Menos mal que ya existen las “matemáticas divertidas” en los coles.
Con los chavales no está reñido entretener y educar. De hecho los mejores “influencers” son los que más entretienen a los niños, aunque no sean profesores: puede ser su tía o un primo. Hacer la infancia agradable, estar ahí distrayendo de la aburrida vida adulta, divertir, jugar, hablar con los pequeños… todo eso es educar. Nada hay más educativo que pasárselo bien con los niiños. Por eso en el fondo el verano es más educativo que el curso escolar.