Fieles a los giros del guión

El Ala Oeste, 24, Star Wars, los Simpson, Hospital General, Breaking Bad… series que alargan capítulos y temporadas algunas desde hace años en antena. La última citada llega a 22000 episodios y se emite desde 1959.

¿Por qué las seguimos viendo? Porque profundizan en las complejidades de las relaciones humanas y nos permiten ver el lado malo de los buenos y el bueno de los malos y eso en el fondo nos llena de esperanza en el ser humano. La vida sigue y podemos mejorar. Kamala Harris sostenía recientemente que ella cambia de opiniones pero no de valores, los suyos claros, pero es así.

También Benedicto XVI se preguntaba hace años “¿Por que permanezco en la iglesia Católica?… si a la Iglesia le aguardan tiempos muy difíciles… y su verdadera crisis apenas ha comenzado todavía”. Se contesta que la luna permanece ahí en la era de los vuelos espaciales siendo sólo arena, roca y desierto, siendo lo que no es en sí misma, el reflejo de otro. Dice que no es “nuestra” Iglesia, sino “suya”, o sea, de Dios. Y que por eso sigue.

La contradicción, el cambio de guión, la sorpresa, el giro, la tragedia, el misterio… nos llevan a un final desconocido o no por el guionista de la historia, al que permanecemos fieles porque confiamos en él, en su proyecto temporada tras temporada. Pase lo que pase. Pero lo que pasa nos mantiene ahí y hace mejores y por eso le somos fieles. A él, aunque no sepamos quién es y sólo veamos a los actores.

ADRIANEY ARANA