Adelantarse

     SEUR dice que el 25% de los consumidores eligen recoger sus compras en un establecimiento, siendo la segunda opción tras la entrega a domicilio. Son tiendas de conveniencia o pickup que ofrecen una nueva solución a la demanda de flexibilidad de las entregas de los pedidos online.

     No sólo se está adaptando el comercio y las tiendas al consumo sino también el catálogo, el cobro, las sugerencias e incluso la entrega del producto. Agilidad, flexibilidad, adaptación al consumidor. Servicio al cliente no, «al que no es cliente».

     ZARA y otros están en esa línea… o no están. «La gente» (o sea, yo) no aguanta ni las tarjetas de puntos con ventajas por la fidelización. No hay clientes, hay compradores hoy.

Y he aquí el reto y la esperanza de cualquier proyecto o trabajo: estar para servir al que no es cliente, al que puede serlo hoy o mañana. Para ayudarle en lo que ni siquiera necesite, pero alguien le intuya. Servir es adelantarse al otro, no adelantarlo.

Si además se ha hecho socio, tiene puntos, es follower o está siendo cliente esta temporada, hay que ofrecerle novedades, cambios y mejoras. Porque si el «cliente» no nota el cariño de la novedad, del gesto personal, se va con otra… inteligencia artificial.

El núcleo del trabajo profesional es la gente. Los valores del servicio a los demás, del amor en el matrimonio y la familia y del cariño forman parte del ADN del ser humano, también llamado consumidor por el e-commerce, paciente por la sanidad, o familia por la educación. Y la mejor manera de servir es adelantarse.

Adrianey Arana

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Realidad aumentada

 

La realidad aumentada nos hace ver mejor y más la realidad, o sea que no la cambia, la aumenta. Es la actitud que se nos pide hoy. Exagerar. Por ejemplo, las frases de cariño (porque no hay muecas, ni viajes de regalo), los arqueos de cejas, los saludos y las despedidas.

No vale estar en casa como siempre, escuchando lo que me dice el otro mientra miro el móvil. No, ahora hay que escucharle con los ojos.

Hay que aumentar la realidad: que es que somos una familia y nos queremos, a pesar de no ser la familia cool que gestiona la crisis de modo guay en plan instagram.

A mi nadie me entrenó para un pandemia mundial de años. Por eso, relativizo mis fallos. Soy un desastre en pandemias y “actitud”.

Pero estoy aprendiendo que hay que exagerar el cariño que la tengo a mi gente para que lo noten. Tirar más de lenguaje corporal. Y de “lenguaje-lenguaje”: practicar frases amables, preguntas corteses y palabras bonitas.

Como actores de teatro que exageran la voz y los gestos para que la obra se vea como es.

Anara Yenairda