A los niños hay que decirles siempre la verdad. De acuerdo con este mantra educativo unos amigos decidieron explicarle “todo” a su hijo.
Empezaron por los Reyes Magos: «mira, cariño, los Reyes no existen. Son los padres que hacen los regalos en recuerdo de los reyes que sí existieron…”
Ante el niño sereno y receptivo se vinieron arriba y subieron la apuesta: «además, pues resulta que el Ratoncito Pérez tampoco existe… los papás traen un regalito para quitar el susto del diente caído”.
Ya el hijo en ese clímax de confianza preguntó: “papá, ¿entonces…Cristiano Ronaldo tampoco existe, no?”, dispuesto ya a abandonar los ídolos de su infancia.
Ahí pararon: “sí, aunque no lo hayamos visto nunca, existe” (?). Habían visitado recientemente una granja y el niño se sorprendió de ver un pavo real, que según me insistió él luego en clase, era “¡un pavo real, no digital!”.
Para los niños la verdad y lo real son sus padres, más que lo digital, lo virtual, la mágico o lo biológico. Esperanzador siempre que sus padres sepan la verdad, claro. Lo digo por lo que lo digo.
Adrianey Arana
Foto de Chirag Saini en Unsplash