“Es mi fiesta de cumpleaños y me mandáis a la cama. Es injusto”. Sentí por primera vez la injusticia ese día. Al llegar al "uso de razón". Todo el mundo en casa de juerga y yo a las 9 a la cama.
Los adultos nos reímos cuando los niños recurren al "es injusto" para todo. Lo escuché de nuevo a los hijos de un amigo el otro día. Él ordenaba: “Vámonos 'pa' casa, que los mayores ahora tenemos que descansar, que llevamos todo el día trabajando”. “Los que llevamos todo el día trabajando somos nosotros”, protestaron los niños de 7 y 8 años.
El mundo está hecho para los mayores. Y es injusto. Es cierto lo que dicen los niños. Todo es para mayores. No se puede comer con niños en un restaurante, molestan en el hotel. Prohibido jugar a la pelota en la urbanización. No hay lugares apropiados en sitios públicos. Todo está adaptado para mayores y discapacitados, no para niños, que son el futuro.
Mayores, personas con movilidad reducida y, ahora, mascotas. No encontraremos pañales en el "super" pero sí grandes zonas para las mascotas. Si no hacemos algo más por los niños, que en teoría son el futuro, el planeta Tierra quedará dominado por los robots y las mascotas. Será divertido. ¿Quién ganará? Seguro que quedará un niño escondido en alguna galaxia.