“Padres felices, hijos felices”. Obviedad en boca de los gurús educativos de moda que salen hasta de debajo de las piedras. Abres Facebook y un gurú te dice que “los hijos bien educados tienen más posibilidades de éxito que el resto”. Lo afirma un tipo con jersey-ceñido-americana y micro-pinganillo en la cara.
Si miras Twitter, el valle del postureo global, los gurús suelen escribir mensajes del estilo: “los hijos de padres innovadores son más creativos”. Si es un blog o un diario digital: “Willian Pérez, experto en ‘learning’, afirma que los padres deben pasar tiempo con los hijos”.
La invasión de gurús que predican obviedades es de agradecer en el incomprensible mundo educativo que nos hemos creado pedagogos, educadores y legisladores en el último siglo. Aunque algunos gurús resulten ridículos, la mayoría aportan aire fresco. Carentes de títulos muchos de ellos, son sin embargo “expertos en humanidad”, algo tan escaso en esta parte del occidente. Por eso, casi todos sus mini videos ‘inspiran’ al menos cierta paz.
Porque nada relaja más que saber que ser padre, profesor o educador no es tan difícil. No hay más que ser normal. Y pensar que “los hijos con padres sonrientes suelen ser más felices en la adolescencia” y “que es mejor no usar constantemente el móvil cuando estás con tu hijo si quieres evitar que te imite”. Y es que, como dice la canción de Intoxicados, “todo es tan fácil que se hace difícil”.
Adrianey Arana