Llama la madre a movistar por la factura y le contestan que “lo sentimos, señora, pero se ha comprado usted varios juegos”. Había sido la niña de 7 años con el móvil de la abuela porque memoriza las claves de todo… y lee sus ‘post-its’
Niños y mayores nos sabemos de memoria listas de compañeros de clase por orden, la plantilla del Madrid, recetas de masterchef, emails, cuentas de twitter y absurdos nombres de webs, series de netflix, personajes de ‘La casa de papel’ y resultados de mundiales. Hasta me sé el nombre de las 9 leyes de educación: loece, lode, logse, lopeg, loce, loe, lomce y lomloe.
Dicen que la memoria es la inteligencia de los tontos y que en el futuro todo estará en la red. Tú no tendrás que saber nada. Solo estar conectado. Y pagar la tarifa basic, premium o pro de icloud, drive o dropbox. Para tener más memoria. Cuanto más tonto seas, más memoria podrás comprar sin problema.
Para mí es un arte recitar algo de memoria. Me cuesta porque “soy listo”. Pero quizá es ese «giga» que ahí queda para cuando el corazón cante sin quererlo o el alzheimer solo me permita musitar una y otra vez “ruega por nosotros”.