Dituro, el portero parapenaltis del Celta paró 7 lanzamientos de 8 antes de venir a España. Ahora intercepta el 60%. ”¡No tengo ningún secreto! Hay una mínima posibilidad de pararlo y yo intento no tener dudas ante los que lo lanzan”.
Esa mínima esperanza de lograrlo es la que lo logra. Este mes de abril comienza una mínima esperanza. A pesar de que como decía Benjamín Franklin “en este mundo, lo único seguro son la muerte y los impuestos”.
A pesar de eso, parece que el covid desaparece, que la política se calma, que la guerra no convence, porque como ya afirmaba un ruso que empieza por Pu, Pushkin, y que murió en un duelo “los cambios más beneficiosos y profundos son aquellos que ocurren por la mejora de las costumbres, sin conmociones violentas”.
Puede que la tormenta amaine este abril, algo pequeño, como toda esperanza. “Mi pequeña esperanza no es nada más, que esa pequeña promesa de brote que se anuncia justo al principio de abril”, en palabras de Deloire.
Enfocarse hacia esos brotes es parte de la misión de un ciudadano de este 2022, incluso de un creyente, porque como cantaba el poeta “la fe es una iglesia… la caridad un hospital… pero sin esperanza todo eso no sería nada más que un cementerio”. Bueno, es una opinión.
Adrianey Arana
Foto: Carlos Figueroa Rojas – Trabajo propio, CC BY-SA 4.0