¿Falta mucho?

“¿7º de ESO, por favor?”, me preguntaba el padre en la puerta para ir a la reunión de familias. Le dije que ESO existía, pero que “eso” no. “Bueno, mi hijo tiene 12 años”. “Pues, podría estar en dos cursos”, repliqué, “¿quién es?” “Fulanito, mi hijo”. “¡Ah, fulanito… 6º de Primaria… al fondo a la derecha!” 

     Me pregunto por qué complicamos las cosas en educación. Si ya tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro resulta difícil… porque luego a ver quién educa al hijo, o riega ese arbusto y a ver quién te compra el libro. Pues los políticos nos meten un cuarto reto o aspiración: crear una asignatura. Luego no hace falta que vaya en serio, eh, que se puede suspender y tampoco pasa nada.

     Todo político que se precia inventa una asignatura (no suelen ir por lo de escribir un libro). Así han ido surgiendo Refuerzo de la Competencia en Comunicación Lingüística (RCCL), Cultura Científica, Matemáticas Orientadas a las Enseñanzas Académicas, Prácticas Comunicativas y Creativas, Ética y Derechos de los Animales, Educación Plástica Visual y Audiovisual (más visual imposible), o Lenguas Propias de Aragón (?).

     Los boletines de notas son para las familias algo así como la factura de la luz, más oscura cuanto más nueva. Cuesta saber algo tan sencillo como que Segunda Lengua Extranjera es la del trabajito de la Torre Eiffel en cartulina. No digamos RCCL o antes EATP. 

     También tenemos desde este curso Vida Saludable y/o Nutrición en los coles de México, Ciberseguridad en secundaria en Israel, Surf obligatorio en el Estado de Hawai, Admiración de la Naturaleza en Japón (con poca actividad, claro), Escritura Código en Estonia, Danzas Populares en Armenia, Lengua y Cultura de los Pueblos Originarios Ancestrales (LCPOA) en Chile, donde también hay ‘Habilidades’, que paradójicamente se ha quedado como la más aburrida.

     La LOMLOE nos trae a Primaria las de Convivencia y Convivencia: Tolerancia y Respeto. Otras como Gratitud, Mindfulness, Ajedrez, Robótica, y Actividades Domésticas todavía no tienen nota propia como tal, pero a ver qué pasa. Que nuestra ministra es de venirse arriba.

     Todo esto es riqueza, frescura y genera ilusión en muchos profesores que nos emocionamos con grabar pelis, podcasts o lo que sea, pero el problema es que en el horario ya no nos cabe el Recreo, «módulo» preferido por mis alumnos junto con Comedor. «¿Falta mucho para el Recreo?»… la pregunta que me hacen todos los días y que quizá sea la pregunta clave en la educación española. Menos es más.