Alerta roja

Alerta roja en la costa gallega. O sea, sin recreo los niños. Metiditos en clase. LLegué apurado al cole. Tenía además una actividad especial con la clase a primera hora, luego visita de los peques del Infantil, varias clases, reunión de padres a mediodía, imprimir unas fichas, corregirles los deberes antes de salir… "¡Que la wifi vaya y la fotocopiadora tenga tonner, porfa!"

Y oh, sorpresa. Al llegar me esperan unos padres para tutoría con los que había quedado ¡y me había equivocado la cita! Por no apuntar bien en la agenda. Habían sorteado el temporal para llegar a las 9 en punto. "¡Vaya…! Pues… ¡tenía con vosotros? No me… pero bueno…" Me cortaron: "no pasa nada. Volvemos a las 2 si te viene bien". Se empeñaron con una sonrisa. Salvé la mañana, que fue divertida. Y volvieron con toda paz de nuevo y hablamos de su hijo.

No tengo palabras. Lo bueno del maestro no son las vacaciones. Son las personitas que tienes y las personazas que te enseñan lo que tienes que enseñar a sus hijos. 

Adrianey Arana

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Child Coaching

Haciendo coaching con un alumno de 6 años tras el almuerzo escolar me quedé adormilado en la silla. Cuando me rehice, el niño seguía hablando de sus cosas. Pensé: le encanta que alguien incluso parezca que le escucha. 

Descubro un nuevo déficit de atención pasivo, no activo: que alguien me atienda. Es inusual que una persona experta y desinteresada se muestre 'interesada' y dispuesta a escucharnos relajadamente y sin interrupciones.

Lo llamo child coaching y es como la tutoría. El profesor se entrevista con el alumno en un lugar confortable, sin escritorios de por medio. Lenguaje corporal del adulto: te escucho y te hablo. Conversación relajada e informal, sin interrogatorios ni riñas. Cero pantallas, cero móviles. Único fin: la asesoría o acompañamiento del alumno en sus decisiones, dudas y éxitos. Compartir y motivar. Conversar. 

Que conste que me está resultando eficaz con niños de 6 años. A los niños no se les hace mucho coaching que digamos. Por eso cuando llamé a uno de los primeros este curso para charlar y le pregunté '¿qué tal estás?', me dijo “bien”, se incorporó y preguntó: '¿aviso a otro?'

"Stop trying to perfect your child, but keep trying to perfect your relationship with him" (Dr. Henker)

Adrianey Arana

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Me hago KID

       Me siento #@“niño”. He visto a unos buscar al #ratóncitoPérez en @youtube y veo que no está reñida la tecnología avanzada con la inocencia. Además, así se vive bien. 

       Como fuente de INGRESOS tienes varias: el propio ratoncito por cada diente (puede haber temporadas de 7 u 8), los Reyes, los premios por notas, por el santo, cumple, primera comunión. El dinero de los abuelos, del padrino. Luego también está algo destinado a plazo fijo en “la hucha que no se puede tocar”. 

       (Gastos no es mucho: alimentación, vestido, #wifi#tablet, móvil, PS4, y “caprichos necesarios” están cubiertos por ser niño).

       Trabajo: esto es lo peor. Un par de páginas de colorear y sumar de pequeño, y de dibujar los #planetas de mayor. 

       VACACIONES mogollón: meses y meses, salvo el período escolar seguido, perp también tienes actividades incluidas: fútbol, tenis, natación, etc. 

       PREMIOS!!!; bastantes. Eso es lo mejor. Por portarse un rato bien la mayoría. Luego está por darle un abrazo a papá, por estar callado, por no dar la paliza (esto con un juego del móvil es fácil), por no pegarle a tu hermana y… por estar quieto casi todos. Y si gana el equipo de papá, más.

       Y lo mejor es que puedes jugar todo el rato. En casa, con los abuelos, en mil #campamentos urbanos o de inglés o de surf o de hacer cosas. En el colegio todo es jugar también hasta que pasas los planetas y la tabla de multiplicar. Luego ya hay que estar aburrido mucho. Pero entonces, vuelves a hacerte niño y ya está.

       Unos eligen el género, otros el número, otros la cantidad, yo elijo la edad. La edad de la inocencia (com EDITH).

       Nunca me haré mayor, aunque no sé… los juguetes de papá son más grandes que los míos.

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Pienso con imágenes

     “Las palabras son para mí como una segunda lengua”. A Temple Grandin se le diagnosticó una lesión cerebral a los dos años. Era autismo. Hoy es doctora en Ciencia Animal en Illinois y la tercera parte del ganado de USA y Canadá se gestiona en instalaciones diseñadas por ella. Ella solita se peleó con multitud de cowboys a los que terminó convenciendo.  

 

     Introdujo innovaciones “humanitarias” en ranchos y explotaciones ganaderas. Como autoridad mundial en autismo su libro “Pensar con imágenes” es una referencia. Aporta una visión humanitaria e inteligente a las diferentes maneras de pensar y a las reglas no escritas de las relaciones sociales. Desde luego, da luces a padres y por supuesto a dueños de animales. Y a profesores que quieren sacar adelante a todo tipo de alumnos.

 

     “Cuando no puedo convertir el texto en imágenes, suele ser porque el texto no tiene un significado concreto”. Algo muy aplicable a los niños de hoy, no sólo a los autistas, con una mente ya casi audiovisual. Muchas tareas y textos escolares les resultan incomprensibles, vacías y ridículas.

 

     Temple piensa que hay tres categorías básicas de cerebros especializados: “los pensadores visuales, como yo, piensan con imágenes de precisión fotográfica”. Los pensadores musicales y matemáticos piensan con patrones. Los pensadores lógico-verbales piensan con palabras.

 

     En 2010 la premiada actriz Claire Danes protagonizó una excelente película sobre su vida. Extraordinaria para comunicadores y profes.

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¿Falta mucho?

      “Si aburres no debes hablar, estamos aquí para entretener”. Es el juego de la espectacularización de la tele, de la política y de la educación. Y aunque algunos lo vean como un mal, tan sólo es un hecho. La cultura del impacto no está reñida con la cultura de la huella. Los impactos pueden dejar huella. Todo está en McLuan, pero ya estaba en el teatro, en la literatura y en la Roma imperial. 

 

      Los mejores juegos son los divertidos. Los mejores libros son los entretenidos. Lo educativo aburre. Nada hay peor que regalarle a un niño un juego educativo o un libro para mejorar la convivencia. Menos mal que ya existen las “matemáticas divertidas” en los coles.

 

      Con los chavales no está reñido entretener y educar. De hecho los mejores “influencers” son los que más entretienen a los niños, aunque no sean profesores: puede ser su tía o un primo. Hacer la infancia agradable, estar ahí distrayendo de la aburrida vida adulta, divertir, jugar, hablar con los pequeños… todo eso es educar. Nada hay más educativo que pasárselo bien con los niiños. Por eso en el fondo el verano es más educativo que el curso escolar.

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