Micro-diálogos captados en el paseo marítimo sin auriculares en las orejas «andando rápido con ropa de deporte” (acaba en «ing», pero no sé cómo se denomina en «anglo-coruñés»):
Adelanto a una pareja sesentera vestida “en plan decathlon»:
– …ella es Susana, como yo.
– ¿Ana? -contesta él.
– ¡Como yo!
– ¿Susana?…
Papá y niña de 6 años “aprox” en sendas bicis por la senda de las bicis:
– ¡Hala, venga, adelántame ahora! -anima él todo «empático».
– ¡Papá, es que estoy enfadada!
Diviso la Torre de Hércules y tres orondas señoras tan alejadas de su coche que llegaba el “plip” del mando. Parecían ufanas cuando me las cruzo y la más… «basculante» se justificaba de sus resoplidos:
– Pues no os creáis, niñas, que yo en Madrid me hago 10 ó 12 kilómetros todos los días… tengo una aplicación, la pongo y venga…
Una pareja de dos, porque hay parejas de muchos tipos. Esta era de dos personas: el “mítico” abuelo joven reñido por una mujer sin edad numérica ni por «aprox»:
– … y si no termina el bocadillo, no sale ¡y ya está! -se debía de referir a alguna «chica-chico» «en plan rollo adolescente» a la que alimentan con bocadillos.
– … ya pero ¿por qué en el colegio come todo y aquí no?… eso es lo que hay que preguntarse.
«A ver», que conste que todo esto podría ponerse «entre comillas», ya me entendéis.