Primera jornada de la liga de traineras en A Coruña. Desde las Esclavas un amigo que sabe me enseñaba a mirar. Una trainera es un milagro. Surca rauda, vuela y corta el mar porque 14 personas reman, viran, sudan y respiran sentadas al unísono. Sin ruido. Contra el mar o a favor de contracorriente. Y un patrón manda de pie en popa.
Uno de nuestros mejores patrones de Meira dice que el remo del patrón debe moverse lo menos posible para no frenar la velocidad, que no puede desequilibrar el bote, que debe dar órdenes cortas, claras y precisas, no ser repetitivo, conocer bien a su tripulación y hacerse respetar. No pesar mucho para no ser un lastre, ser ágil, tener visión, ser un buen consejero y un buen confidente.
Pienso en grupos de gente inferiores o iguales a ese número de 14: pequeños claustros, oficinas, familias, centros sociales, asociaciones y hasta gobiernos (bueno, el nuestro con 22 remeros). No hace falta motor, ni vela. Liderazgo sencillo y remar juntos. Porque este no es mi remo, es mi equipo.
De paso os pongo esta fotaza que me ha permitido usar Dabid Argindar, un deslumbrante fotógrafo vasco. Y majo. Lo tenéis en argindar.com para que le compréis y decoréis. Aupa, familias.